sábado, 19 de abril de 2014

Otro 19 de abril

Hoy se cumple un nuevo aniversario del levantamiento del Güetto de Varsovia, una verdadera gesta por la dignidad, cuando un conjunto de jóvenes hambrientos, armados con bombas caseras y escopetas de caza, al mando de Mordejai Anilevich, enfrentaron al entonces poderoso ejercito nazi.¡No olvidar, no perdonar!

El Gabo y el Che


 Por Emir Sader
Para PAGINA 12

A Gabo siempre le gustaba reiterar que, como periodista –profesión que él siempre reivindicó–, su más grande frustración era que no podría dar la noticia más importante de su vida. Pero la verdad es que la más importante de su vida no ha sido la dolorosa noticia de 2014, ni tampoco el glorioso Nobel de Literatura de 1982, sino el lanzamiento de Cien años de soledad, en 1967.
En el siglo XX, América latina tuvo un gran protagonismo a escala mundial. Iniciado, políticamente, con la masacre de los mineros chilenos en la Escuela Santa María de Iquique, en 1907 y, tres años más tarde, con la Revolución Mexicana, se anunciaba que sería un siglo de revoluciones y contrarrevoluciones. El marco definitivo de esa trayectoria vendría con la Revolución Cubana de 1959.
Pero 1967 fue un año simbólicamente determinante para la historia del continente y para su proyección mundial. Es el año de la publicación de la obra más importante de nuestra literatura –Cien años de soledad–, pero también porque es el año de la muerte del Che. Una, la más grande opera prima de la literatura latinoamericana, otro, el personaje cuya gesta llevó a que su imagen se transformara en la más reproducida en el mundo.
No hay nadie que haya leído Cien años de soledad y que no se acuerde de las circunstancias –dónde, cuándo, con quién, en qué edición– en las que leyó por primera vez el libro. Como no hay nadie que haya vivido en aquel no tan lejano 1967 que no se acuerde de cuándo, dónde, con quién supo de la noticia dolorosamente verdadera de la muerte del Che.
El discurso del Gabo al recibir el Nobel de Literatura es la más notable reivindicación de América latina. Allí él afirmó que, al igual que se reconoce a nuestro continente su genial creatividad, originalidad y genialidad en las artes, se debe dejar de intentar imponer desde fuera proyectos políticos hacia nosotros, dejándonos que ejerzamos, de la misma manera en los caminos de nuestra historia, la genialidad, la creatividad y la originalidad que se nos reconoce en el arte.

UN CAFÉ PARA EL GABO II

Una ex alumna me dice: “Profe creo que Gabo se sentiría más tranquilo si no comparte un lugar con 2 ambiciosos como Perón y Néstor... Perón fue el primer presidente q reformó la Constitución para poder ser re electo y Néstor, qué se puede decir d él bueno primero y principal q aseguró la vida d su flia con los fondos d la salud, la educación, etc etc
Y un egresado de Historia agrega: “ Y Menem que fue reelecto y los que lo votaron?.Los 90 la peor década para el país hecho a fuerza de voto. Perón y Néstor los mas hicieron por la Patria y una sociedad inclusiva,para nada desentonan junto al Gabo.”
Entonces me sumo y digo:
Podemos hablar mucho de política y está bueno. Hacerlo como lo harían muchos de estos personajes: con amplitud y mirando más allá del horizonte. Ese cafecito y esas charlas me imagino, donde García Marquez podría preguntarle a Perón ¿por qué después de haber impulsado en más grande proyecto nacional y popular de América Latina entre los 45 y los 70, terminó habilitando a López Rega y sus bandas de asesinos? Y Alcón preguntarle a Kirchner ¿por qué Cristina (y antes él) no fueron formando nuevos dirigentes que puedan sucederlos? Y Gelman consultarle a Perón ¿por qué no hubo, en 1973 otra alternativa que poner a Isabel en la Vicepresidencia? O Gelman, Gabo y los demás, prenderse en una discusión sobre por qué Lula, Dilma, Pepe Mujica, Rafael Correa, Bachelet, Evo o Daniel Ortega -muchos de ellos, entrados en la política mediante prácticas y experiencias profundamente revolucionarias- hoy gestionan gobiernos que muy levemente han producido cambios en la distribución de la riqueza? O debatir sobre la Venezuela de Chavez y Maduro, o sobre los cambios en Cuba desde que asumió Raúl en lugar de Fidel. La vida no es blanco y negro, y la política -diría Perón- es "el arte de lo posible". De eso hablarían en aquel café,-imagino.

La discusión se agranda, la mesa incluye a Gina -la ex alumna- y a Derlis (el egresado de Historia), y se suman Mónica, Anita y Marcelo. Ya son varias las mesitas del café y la discusión mantiene vivos a todos.

viernes, 18 de abril de 2014

GABO GARCÍA MARQUEZ Y LA BARRIADA

Como soy un agnóstico recalcitrante, que en estos días no puede decir "Felices Pascuas" (porque además, me sale -enseguida- la casa está en orden), ni tampoco "Shana Tová" por el Pesaj (la Pascua judía), me imagino una barriada, en algún lugar del universo, donde ciertos tipos se encuentren a tomar un café, a charlar sobre el mundo... Juan Gelman hablará sobre el Atlanta de sus amores y el Gabo sobre la página en blanco. Discutirán con Laclau sobre la "hegemonía y el populismo". Y Alcón les recordará su magnífica interpretación de un diablo criollo en "Nazareno Cruz y el lobo" de Leonardo Favio. Y el marido de Nazarena Vélez, bebiendo su vermouth o un fernet, comentará algo sobre el mundial que se viene. Y puede que allí se trenzen Gelman y García Marquez, uno a favor de Argentina y el otro de Colombia, hoy dirigida por el argentino Néstor Pekerman. Así fluye la vida y de ese modo, prefiero imaginarlos.
Y porque no sumar a ese grupo a algunos mitos argentinos como el Che, Juan y Eva perón, Jauretche, Alfonsín, ... Y tipos y tipas como Batato Barea, Leonardo Favio, Chavela Vargas, Cesaria Évora o Buenaventura Durruti. Y Néstor Kirchner, leería el Clarín, mientras charlara...
Un barrio con cafecitos en las veredas para el verano, llenos de vida. Ese barrio quiero, para quien ya no tendría cien años de soledad.

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